Llevo muy mal eso de las pesadillas a deshora, tanto como el hecho de no saber que estoy escribiendo en las paginas de mi libro. Tan solo se me ocurre dejarme llevar por la irracionalidad y los sentimientos primitivos.
"No hay noticias de él pero así mejor. Es buena señal"-pensé
Todos los días son memorables. Eso esta bien. No todos son repetitivos, ni hay excusas para ello. Llevo una vida sana y ordenada, quizá demasiado. Pero pensándolo bien, eso me gusta. Aunque en ellas haya cosas insanas que no puedo controlar.
"No hay noticias suyas pero así mejor..."-volví a rondarme por la cabeza
La voz vuelve de la sombra, tan inoportuna como siempre y a ella no puedo controlarla. Quiere recordarme constantemente a una persona que quiero olvidar. Tanto la voz como él, son cosas que sobran en mi vida. Me ponen triste y me avergüenzan. Y aún así las necesito, soy un poco masoca en esa cuestión.
"No hay noticias de él, pero necesito saber que las hay"-pensaba mientras sonreia con tristeza
Ese era el maldito dilema de mi vida.
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