Luego apareció aquel grupo de niños. Aquella mezcla extraña de razas y ese pequeño
grupo de niños inconscientes venidos de otro mundo. Eran al menos diez, y tan solo eran niños en peligro. Siempre me he preguntado porque a un grupo de niños le dejaban tal responsabilidad como la de andar por este mundo lleno de peligros. Algunos iban con uniformes de guerrero aprendiz de la alta escuela elfica. El jefe decía estar preparado para dicho cometido, y que a pesar de ser niños no eran para nada invulnerables. Que después de esta importante misión siendo ellos los mejores de su élite serian enviados a ocupar altos cargos en las filas elficas. O al menos eso les habían dicho.
Entre ellos siempre destacaron dos ante mi. Uno de los aprendices era un chico de ojos rojos, y pelo negro. De rasgos finos y piel muy pálida A el siempre lo estaban dejando de lado y despreciandole a pesar de que era un chico callado y abstraido. Seguramente seria por lo mismo por lo que me despreciaban a mi en todos los lugares a los que iba. Mis ojos rojos que denotaba tener un alma demoníaca Que denotaba ser el enemigo, yo el demonio, no tenia lugar en un mundo donde gobernaban los hombres y los elfos. Yo solo la misma raza que quería dominar sin derecho aquel mundo. Y por donde pisaba quedaba demostrada la antipatía de las gentes cuando se daban cuenta de mis ojos demoníacos Aquel chico debía de sentirse muy solo y su cara reflejaba tristeza.
La otra que destacaba era una chica delgaducha y frágil que decía pertenecer al mundo de fuera. Había algo inquietante en ella. Siempre distraída y sonriente mirando a todas partes con una curiosidad infantil. Era un ser encantador que en la batalla siempre conseguía sorprenderme con su coraje y valentía Siempre peleaba con fiereza y era audaz a pesar de parecer tan indefensa. Le faltaba practica eso si... pero... me inquietaba sobretodo su manera de mirarnos a mi, y al otro chico de ojos rojos. Puesto que siempre parecía apiadarse de nosotros, y para nada mostrarnos desprecio alguno. Pero lo que hizo que llamase mi atención desde el principio es que sin conocerme de nada me preguntara mientras miraba al cielo estrellado.
-Mayt ¿Por qué te embarcas en este viaje? ¿Cual es tu búsqueda?
A lo que yo respondí mentalmente. "En este viaje, me muevo buscándome a mi mismo para nunca poder llegar a encontrarme"