"El que nada recuerda, nada puede desear"-Michael Ende.

lunes, 5 de agosto de 2013

Cáncer

A veces una piensa en el destino¿Por qué a mi? ¿Por que no a ti?Quizás te hayas dado cuenta. Hay cosas que no digo pero mis personajes se encargan de decirlas por mi. Hay muchas alegorías escritas y aún por escribir. Pero soy consciente, tan solo es el principio de algo que crece en mi. Cada vez la oscuridad es más grande. A la vez las ganas de vivir se hacen mayores. Cada día, María, soy alguien más fuerte.
El cáncer no se cura. Escribo entonces en mi portátil sin Internet todas estas locuras. Quimio, tumor... palabras que siempre están ligadas a mi. Y escribiendo paso las horas muertas, esperando que de vuelta, algún ángel coja mi mano y me sonría. Que se cure aquella oscuridad insoportable que se quiere hacer con mi cuerpo. Que se quiere quedar con mi mente, mi vida, mi esperanza y mis sueños.
Por eso vuelo, en silla de ruedas, sin despegarla del suelo. Corro, haciendo una carrera alegórica con el destino, rodeada de los personajes de mis libros. 
El cáncer de pecho no se ira pero aún hay esperanza...
Y allí paso en mi cama las horas muertas, pensando en el destino. A veces llorando, otras riendo. Otras veces simplemente escribiendo.Combatiendo sin éxito contra la oscuridad, pero aún así luchando. Pensando en que a pesar de haber mundo allí afuera, más lo hay en mi mente. Y que la voluntad y la perseverancia no me van a curar la enfermedad. Pero al menos ella no se hará con mi alma.
El cáncer de pulmón no se ira pero aún hay esperanza...
Porque pase lo que pase, seguiré escribiéndole poesías a ese desconocido de la habitación 314. Escribiré sobre las miradas que nos cruzamos, furtivas cuando lo traían a la habitación. Ideare una historia de como él aún tiene pierna y como corre junto a mi agarrado de la mano ¿No es acaso eso también fantasía? Pues a mi me gusta soñarlo. El y yo tenemos derecho a enamorarnos.
Las piernas no volverán a crecer, pero mis alas tocan el cielo una vez más. Cierro los ojos y vuelvo a soñar.Que mis historias traigan de nuevo, aquello que nunca podre tocar.
Hoy por primera vez en mi vida, no tengo miedo a la muerte. Pero quizá lo tenga a la soledad.





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