"El que nada recuerda, nada puede desear"-Michael Ende.

viernes, 16 de agosto de 2013

El hada y la Luna

Me abracé fuerte a la almohada. Y así, entre el sueño y la realidad, vino a mi el olor de tu piel. Curve en mis labios una sonrisa. Recuerdo lo preocupado que te muestras a veces por cosas que realmente me sorprenden. Y con un encanto a mi parecer sobrenatural, curvas tus labios y con una sonrisa me dices que no eres gran cosa. Me rió y te miro, cada vez más atontada.
¿Cómo que no eres gran cosa? -pienso en mi cabeza- Tú le das sentido a mi vida de alguna o de otra manera. Eres el amor de mi vida, imposible. Ese que no espera, el cual se queda quieto. Pero que desea y responde.
La vida esta llena de confusión y de odio. Sin embargo el cielo sigue estando azul. Seguro que tu sonrisa tiene algo que ver. Fantasear contigo es delicioso y besarte es empezar y no querer parar. Porque nunca he sentido nada parecido por nadie, nunca he sentido vibrar tanto mi alma. Con una simple mirada haces que mi mundo se ilumine. Un relato de amor lleno de oscuridad e impedimentos que a pesar de todo no deja de ser perfecto. Conectados de alguna forma... debemos dejar pasar el tiempo.



¿Cuál puede ser la canción que escuchemos cuando juntos nos encontremos? El matiz que nos inunda y la oscuridad de la que tengamos que huir, cogidos de la mano...




Tú haces que el escritor escriba poesía, en su mente marchita.








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