Naturaleza melancolica

Reflexionando, he pensado que las personas que aportan recuerdos dolorosos, son las que más mella hacen en el corazón. Son las que cuando miras sus fotos te hacen recordar, enjaulan el alma y dan en la espinita. El veneno sale de ella y te sume por un momento en la oscuridad, el vació y las tinieblas. El nudo en la garganta te hace recordar aquello que sentiste en un momento dado y se activa como si fuera una intuición,  una defensa. Te preparas para poner una buena armadura al corazón contra sus palabras necias y maliciosas. Pum,pum...pum,pum, suena el corazoncillo temeroso cuando pasan a tu lado como un fantasma que va soltando sus recuerdos. Y olvidados en la mente resurgen flotando por las  enormes lagunas de memoria. Por la ignorancia como un señuelo, la curiosidad puede y miras de nuevo a ese fantasma que va desperdigando recuerdos.Todo se vuelve gris de repente. Entonces es cuando te quedas unos días noqueado dándole vueltas a la cabeza, te enfadas contigo mismo y lo olvidas de nuevo.
El olvido es el mejor alma de defensa ¿verdad? si algo siempre quedara perenne en el alma sería, ciertamente una tortura. Porque los recuerdos son hojas caduca que se van renovando con el paso del tiempo. Porque algo bueno debía tener que los años pasaran y que todo cambiara. Y es que todo lo malo se va vertiendo hacia afuera en las alcantarillas de lo desechable. Y los resquicios se muestran inmortales, pasajeros de la realidad incierta. Cuando las vidas de dos corazones que se repelen se encuentran, estos sufren un vuelco, recuerdan y olvidan como arma de defensa lo antes posible. Lo que soy incapaz de descifrar es, si duele más recordar los retazos de recuerdos dolorosos o los cachitos de memoria feliz que creí vivir con aquella persona. Porque las personas que realmente han echo daño da la casualidad que por un momento, fueron las personas más importantes de tu vida en el momento.
No se puede negar que a quien se odia por un daño hecho, se amo en algún momento.