No pude aunque quise, evitar enamorarme del diablo.
Realmente odio ese hecho porque no eres realmente la persona más clara con la que me haya cruzado. Quizás todo lo contrario. Eres el fuego que arrasa con todo. Que emana furia abrasiva. Tus ojos dan miedo cuando transmiten odio férreo hacia las cosas más insustanciales. El desprecio que vomitas por la boca y el egocentrismo que respiras como el humo de un cigarro. La agonía que te produce haber sido tu mismo por un instante después de haber dejado atrás el papel que asumes. Una mascara burlesca en esta función de teatro.
Pero con toda la oscuridad que puedes encerrar en tu corazón, tu eres el que le da sentido a mi vida. Me da igual las veces que me utilices, las veces que me hieras o que diga la gente que no me mereces. Yo sólo quiero probar una y otra vez el sabor de tus dulces labios. No puedo dejar de pensar en ti a cada segundo, minuto, hora... se que no eres perfecto y aun así me tienes drogada. Tu aliento sabor a tabaco...
Cigarrillos, alcohol y drogas...
Y la lluvia sigue cayendo... mientras nosotros nos besamos
¿Podré atreverme a dibujar con el diablo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario