"Hay veces que los sueños extraños te dejan mal estar...
y eso ocurre a veces porque te das cuenta que el sueño no era real. Ella
era una de aquellas personas que sentía volar en el sueño
la alegría y la congoja. Desaparecía en un suspiro cuando
le tocaba despertar. Y es que
ella era feliz en el sueño pero no en la realidad. En la vigilia sentía por
fin su salvación, a medida que las tinieblas la iban envolviendo, el sueño
la introducía en su dimensión. La chica alegre, veía a su
amado, y todo se desarrollaba como siempre había deseado. Un beso en
la mejilla y luego en los labios, un abrazo bajo la lluvia. Luego agarrados de
la mano, caminar bajo la luna. Pero el sueño se iba disipando y con el su
amado. Al despertar, la luz todo lo había difuminado. La tristeza y
la soledad se habían despertado."
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