Realmente pensaba que era muy triste ser
la persona a la que más solía mentirle. Ser mentida por mi misma era algo que
solía hacer muy a menudo.
Cuando veía sus fotos.
"Puede haber chicos más guapos"
Cuando tenía noticias suyas
"Puede existir personas más
interesantes
Cuando recordaba los sucesos que me
acercaban a él estrepitosamente
"No lo quieres"
Mentira.
"Nunca lo amaste"
Más mentiras.
"Pasajero...sólo fue pasajero"
Voy a hacer llorar al Niño Jesús como siga
haciendo esto.
Realmente no lo elegí. Me siento como si
hubiera sido él, el que me eligió a mi para perseguirle allá donde
fuese. Con la constante esperanza de algún día encontrarlo y que hubiera
cambiado de idea respecto a mi. La eterna niña llorona
que constantemente intenta cambiar de hábitos para ver si
cambia de idea. La dulce por fuera y podrida por dentro. La que quiere y no
puede. Soy la que ahoga el lamento. La que oculta llantos detrás de
la sonrisa. Quien quiere complacerlos a todos para no sentirse vacía.
Vacio es lo que siento cada segundo que
nose de ti. Oscuridad es lo que encuentro si sigo así. Condenada a no
tener lo que quiero por no haber actuado a tiempo. Pidiendo
clemencia ahí arriba sabiendo que no hay nadie pueda
escucharme.
Lamento tener solo una vida y me horroriza
pensar que quizá sólo se pueda tener un amor verdadero. Y que este no
pueda manifestarse y solo puede envolverme con su veneno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario