"Quisiera beber de la vida eterna,
lamer de los pechos de la inmortalidad su leche dulce. Quiero poseer años y
experiencia. Ver como el mundo cambia. Nunca desconectar mi existencia. No
sucumbir a la oscuridad.
Solo quiero eso y nada más. Vivir eternamente sin poder agarrarte a
nada... es la peor de las condenas. No estamos preparados para ver morir a los
hijos. Ni tampoco para ver como el mundo se pudre. Por eso la inmortalidad solo
es alimento de dioses.
Un humano inmortal se convierte en demonio. Porque la ley de la naturaleza deja
muy claro donde esta el lugar de cada uno. Se le asigna donde se debe, como y
cuanto vivir.No se puede conceder tal
privilegio a nadie que pueda equivocarse. Ni tampoco a quien siente y padece.
Solo quiero eso y nada más.
Ser es defecto y virtud. Aceptar el defecto de la mortalidad y
lo efímero de la vida es también aceptar los sentimientos
con los que se nos honra. Y si algún día te conviertes en un ser
inmortal estarás rechazando tus sentimientos, así como tu
humanidad."
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