"El que nada recuerda, nada puede desear"-Michael Ende.

jueves, 2 de agosto de 2012

Malditos sean los ojos

Malditos sean los ojos que no me dejan olvidarte...a ti y a tu recuerdo. Como odio el día en que los vi y se quedaron impregnados para siempre en mi mente. Una imagen de tu rostro mirándome con aquellas pupilas y mi alma se estremece. Una caricia leve de esas que das de vez en cuando o una sonrisa nerviosa y cortada... con un poco de eso puedes derretirme. Te odio, a ti y a tu ser por haberme enfermado de la necesidad de mirarte. No puedo ocultarlo, siento celos de todo lo que te rodea y ansias de abrazarme a tu cuello para proteger lo que creo que es mio. Aunque es cierto que no necesitas protegerte de cosas externas. Tu peor enemigo eres tu mismo, y nadie más.
Le tengo mucha manía a las cosas que a ti me recuerdan porque me hacen ser débil y absurda. Recordándome en todo momento que el calor de tus brazos no está. Y es lo único que quiero sentir a cada minuto.

¡ Estúpida romántica! ¡Y desgraciado amor primitivo! El me encierra en una jaula con su veneno pomposo que acolcha mi cabeza y no la deja pensar...Tan solo en ti y en esos ojos de pupila inquieta que no me dejan respirar...
 


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